Ciclogénesis explosiva, la bomba informativa


28/12/2015

Juan José Villena

Redactor


En los últimos días la primera borrasca de la temporada otoñal, que climatológicamente arranca el 1 de septiembre, ha dejado lluvias intensas en Galicia, rachas de viento superiores a los 100 kilómetros por hora en Asturias y muchas noticias con titulares que han zarandeado el ámbito académico. Ciclogénesis explosiva, ¿o no?

Ciclogénesis explosiva / Jueves, 17 de septiembre. En las últimas 48 horas los medios de comunicación se han inmiscuido en una vorágine de noticias sobre el temporal de viento y lluvia que ha azotado el cuadrante noroeste peninsular. A lo largo de la jornada del lunes los periódicos digitales, los informativos radiofónicos y los audiovisuales fueron poniendo paulatinamente sobre el tapete informativo el concepto de ciclogénesis explosiva. La "bomba meteorológica" se convirtió rápidamente en una explosión informativa cuya onda expansiva fue arrastrando redacción tras redacción hacia una documentación, a juicio de muchos, deficiente. La ciclogénesis, que no deja de ser el proceso de formación de cualquier borrasca, empezó a rozar, pillar y sobrevolar Galicia, Asturias o Castilla y León. A la vez que la presión descendía sobre el Atlántico, en tierra firme y entre las bambalinas de las redes sociales empezó a subir la temperatura. Varios expertos decidieron mostrar su descontento ante los titulares que blandían los televisores y se gestó un nuevo debate sobre la compatibilidad del impacto informativo y el rigor científico. El proyecto Meteovisión ha invitado a tres especialistas a analizar varios recortes de prensa para extraer conclusiones al respecto.

"Identifican una ciclogénesis explosiva con una borrasca profunda, en lugar del proceso dinámico que da
lugar a ella"
José Miguel Viñas, Físico del aire y comunicador científico, argumenta que ninguno de los titulares es riguroso. "Ciclogénesis explosiva y borrasca profunda son cosas distintas que se pueden combinar en una misma información, pero que no pueden intercambiarse", aclara el divulgador madrileño. En muchos casos hay un problema conceptual. "Identifican una ciclogénesis explosiva con una borrasca profunda, en lugar del proceso dinámico que da lugar a ella", explica. Viñas subraya que el informador debe abogar por un tratamiento riguroso y sin errores, "el uso de la expresión ciclogénesis explosiva no es obligatorio, pero si un periodista decide usarla, debe hacerlo bien". Los medios de comunicación tienen que optar por explicar el fenómeno, "un centro de bajas presiones que se profundiza más rápido de lo normal", e incluso obviar la expresión, aunque el especialista señala que "sí pueden decir que la borrasca que nos va a afectar tendrá su origen en una ciclogénesis explosiva, con lo que ello conlleva".

"El término ciclogénesis explosiva es más periodístico que científico"
Vicente Caselles, Catedrático de Física Aplicada y profesor en la Universidad de Valencia, coincide en que "los titulares son completamente falsos", en tanto que "el término ciclogénesis explosiva es más periodístico que científico". "Desde el punto de vista de la física de la atmósfera, este fenómeno se puede llamar tormenta tropical o huracán en función de la velocidad del viento, por ejemplo. En el mediterráneo, hablaríamos de lluvias torrenciales o medicanes", afirma el físico. A juicio de Caselles los medios de comunicación no deberían de dar un tratamiento especial a estas borrascas, "lo que tienen que decir es que se esperan precipitaciones de 150 litros por metro cuadrado ". "Una lluvia torrencial sí decimos que se acerca o se aproxima a un área concreta, al País Vasco por ejemplo", concluye.

"Prima llamar la atención frente a la función informativa, ya que el uso de la palabra borrasca es mucho más clara"
La profesora María Teresa Mercado, del Departamento de Comunicación e Información  Periodística de la UCH CEU, observa en los titulares que "prima llamar la atención frente a la función informativa, ya que el uso de la palabra borrasca es mucho más claro para la audiencia". Sin embargo, asegura que "si realmente la situación responde a ese proceso, su uso no tendría por qué considerarse inadecuado". Además, observa en el término un impacto muy pasajero. "El próximo año dejará de llamar la atención al conocer la audiencia el significado", aclara. Algunos expertos han tildado a estas informaciones de alarmistas. "El sensacionalismo siempre ha parecido ir unido al periodismo ambiental pero en ocasiones no se trata de una estrategia discursiva del periodista sino que realmente el acontecimiento del que se informa es una catástrofe", explica la Doctora. María Teresa Mercado advierte que el informador debe confirmar y contrastar con fuertes expertas la información, "es fundamental que el periodista explique todos aquellos términos o conceptos complejos".